Para
nadie es sorpresa enterarse de que internet está lleno de cosas non sanctas,
desde contenido pornográfico hasta los más brutales asesinatos y eso sin contar
la basura nauseabunda e indigesta con la que uno se puede topar navegando por
la Deep web, sin embargo lo que en este caso nos atañe son las redes sociales.
Facebook,
Twitter, Instagram, las reinas de la sociedad mediática, todas ellas con toneladas
de contenido proporcionado por los mismo usuarios, todas ellas con filtros de
censura extremadamente fuertes y concisos, pero también reprochables hasta
cierto punto, y es que si bien es cierto que es importante mantener las líneas claras
y la red lo más “sana” posible, e incluso así en más de una ocasión me he
encontrado con grupos de pedófilos rondando libres por ahí, (obviamente estos
duran poco, pues al darse alerta de su existencia los mismos usuarios se
encargan de denunciarlos hasta que los cierran, el mismísimo MyEF ha tenido
parte en cerrar varios de ellos) también es cierto que crear criterios de
censura universales para todo y todos no es tarea fácil.
Por
un lado, básicamente en el tema del cuerpo “mientras que no se vea el pezón no
hay desnudo” ergo, si hay una foto de una chica desnuda en una pose erótica
pero el cabello le tapa parcialmente el pecho entonces no hay problema, pero si
una madre sube un video amamantando a su hijo entonces es la indecencia en
pasta. Hace poco incluso se generó un debate alrededor de este tema precisamente
en las redes sociales a raíz de un caso donde un guardia de seguridad de un
establecimiento público le pidió a una mujer que se cubriera mientras
amamantaba a su hijo.
Y no
podemos negar que venimos de varias generaciones donde la mojigatería era la
regla y con que una señorita de bien enseñara parte de su hombro desnudo a un
mozo prendado de sus encantos ya el pudor se había perdido y estaba en riesgo el
honor de la familia. Pero bueno, digamos que entiendo parcialmente el por qué
de esta censura y es que, como lo mencioné anteriormente, internet está lleno de
cuanto pervertido se le pueda pasar a uno por la cabeza, como decía mi abuela “uno
no sabe vaya el diablo y algo pase”.
Pero
pues, si van a censurar este tipo de contenido (que en mi opinión es bastante
inofensivo), ¿Por qué entonces está perfectamente bien postear fotos y videos de
animales muertos de las maneras más horribles? ¿Por qué no tienen problema con
exhibir gatos despellejados y colgados como trofeos de algún subnormal que
decidió gastar su tiempo libre torturando a un animal indefenso?
Yo
el argumento este de que lo hacen gráfico para crear conciencia en la gente de
la situación actual no me lo creo, bien se puede entregar el mismo mensaje de
una manera igualmente efectiva sin recurrir al amarillismo, pero entiendo que
para las grandes corporaciones es un escándalo peor que se les filtre un nip slip
de alguna celebridad a que se les filtre la foto de un perro que le volaron el
hocico con petardos.
Pero
hombre, ¿en serio un niño pequeño se va a traumatizar más viendo un pezón que
viendo a un animal mutilado?, ya he mencionado que, hasta cierto punto entiendo
por qué existe la censura de esta manera, pero haciendo una comparación entre
ambas cosas, ¿qué es peor? ¿Por qué?.
No
creo que este sea un debate que se pueda tomar a la ligera y que con que nos
sentemos a hablar una tarde y a tomarnos un café podamos publicar un manifiesto
de verdades absolutas sobre el tema, pero sí creo que vale la pena reconsiderar
los estándares de qué es perjudicial ver en las redes sociales y qué no lo es.
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