miércoles, 17 de febrero de 2016

Prohibido Olvidar

Prohibido olvidar es un nombre muy fuerte, es un llamado a la memoria, al alma y sobre todo al sentido común, sin embargo dentro de la exposición encontré que tal vez el llamado no fue muy eficiente que digamos, sobre todo al acercarme a leer las notas de la gente sobre la obra interactiva de la silueta negra sobre fondo rojo, frases como "Fuck God", "Paolita estuvo aquí" e incluso el número de contacto de un chico que clamaba ser el próximo super actor del país me hizo pensar en que mucha de la gente que fue fueron chicos de colegio o de universidad que únicamente fueron para cumplir con la asignatura. Nada como una dulce ironía para empezar el día.
Conté con la suerte de tener una visita prácticamente guiada y gracias a eso pude tener un contexto mucho más claro tanto de los artistas como de las obras. Dos de las que más me llamaron la atención fueron Niños de Chocolate y (obviamente) la de los huesos (y aprovecho aquí para disculparme por mi pésima memoria y falta de planeación al no pensar en tomar nota), la primera por la ironía de hacer una obra en protesta a los niños que trabajan como esclavos en las plantaciones de cacao precisamente con chocolate, y la segunda porque, hombre, son huesos humanos.
Esto me trajo a reflexionar un poco sobre la potencia de la elección del material, y hasta qué punto puede jugar en contra de la obra tanto por contradictorio como por controversial, y es que me pongo a pensar, ¿Hacer una obra en chocolate protestando contra la esclavitud en las plantaciones de cacao no es como lo mismo que conducir un auto viejo a una protesta en contra de la contaminación del medio ambiente? entiendo por qué lo hizo, no digo que no, pero considero que tal vez desmerita un poco el mensaje que se quiere transmitir. En cuanto a los huesos humanos si quedé un poco más perdida, tal vez porque lo primero que se me vino a la mente fue ¿Y qué diría la familia de una de las victimas desaparecidas de los falsos positivos al ver la obra?
Si bien es cierto que toda la exposición, aunque pequeña, fue bastante interesante (siendo mis favoritas personales Humanos Derechos y el Árbol Genealógico) las dos obras que mencioné anteriormente, sobre todo la de los huesos me hace preguntarme sobre ¿hasta qué punto el arte puede tomar mano de los elementos para expresarse? ¿Cuándo lo políticamente incorrecto comienza a ser un limitante justo para el artista? ¿En qué momento el material del arte puede eclipsar el mensaje? y es que dejando un poco de lado el tema de la violencia (que ha sido tratado una y otra vez desde distintas disciplinas) pienso que el artista tiene el peso del mundo sobre sus hombros cuando toma ciertas decisiones, y vale la pena sopesar los pros y los contras de cada una de ellas.

1 comentario:

  1. Recibido y revisado.Interesante cuestionamiento a la exposición y a los métodos del artísta.

    ResponderEliminar