miércoles, 17 de febrero de 2016

"PROHIBIDO OLVIDAR"

Cuando se nos propuso visitar la nueva exposición “Prohibido olvidar”, no pude sacarme de la mente un proyecto artístico,  que pensé manejaba los mismos conceptos: “La piel de la memoria”[1]. Este proyecto, que se desarrolló en un barrio de Medellín, buscaba generar a partir de las diferentes actividades e intervenciones de un colectivo de artistas, que vinculaban a la misma comunidad, liderado por la artista Susanne Lazy y la antropóloga Pilar Riaño, un proceso de perdón en una comunidad especifica agobiada hace décadas por problemas de violencia, narcotráfico, entre otros; donde a partir de la memoria de todas las historias de dolor que los unía, crearon un vínculo que los ayudo para empezar a cruzar esas barreras que entre ellos mismos se habían impuesto, además de nuevos proyectos que mejoraban el bienestar de la misma comunidad. En fin, un proyecto, que a mi parecer, tuvo éxito. Ahora bien, dada esta experiencia previa, cuando tuve la oportunidad de ver la exposición, los sentimientos que me despertó fueron muy diferentes. 
Entiendo la idea de concientizar aquellos problemas como la violencia o la desigualdad social, que traspasan nuestras fronteras.   Y si bien la exposición está realizada por varios artistas latinoamericanos, incluyendo colombianos, mexicanos, chilenos, entre otros, las obras no me transmitieron ese sentimiento de empatía entre pueblos y con el espectador, que esperaba. Pensé “que mejor forma de concientizar estos problemas, que haciéndolos visibles, y de alguna forma, propios para aquellas personas que no tienen un contacto directo”, esto con relación a los problemas de violencia. Pero las diferentes intervenciones lejos de acercarme, me alejaron. Pienso que debió ser el fuerte choque simbólico que tenían algunas obras, que lejos de acercarme, me causaron un distanciamiento. Por ejemplo, los elementos hechos con hueso. Si bien se puede suponer que la violencia y barbaridad puede encontrarse en cada uno de los rincones de América, el sentimiento que me despertó fue negativo. No creo que el artista se planteará crear un vínculo, sino al contrario, producir un choque tan fuerte en el espectador al producir elementos que no pareciera común encontrar asociados a esta barbarie, como una flauta y los zapatos de bebe. Aquella por la vinculación de acción que tiene con  el espectador, que implica tomarla entre la manos y soplar, me genero estremecimiento y un sentimiento de rechazo; y ésta, el zapato de bebe, produce un efecto parecido.



En fin, las diferentes obras crean evidencia de estos problemas que no se deberían borrar de la memoria, pero, a mi parecer, no despiertan esa empatía que produciría nuevas acciones o meditaciones sobre la manera de seguir avanzando en un proyecto de olvido con miras de perdón, que es a lo que pienso debería enfocarse.





[1] RIAÑO ALCALA, PILAR.  Encuentros Artísticos con el dolor, las memorias y las violencias. Iconos, revista de ciencias sociales no.21.  Año 2005. http://www.flacso.org.ec/docs/i21riano.pdf

1 comentario:

  1. Recibido y revisado, un juicio ejercicio de análisis sobre las piezas de la exposición.

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