Sobre la memoria colectiva en Colombia

Comentarios alrededor del capitulo “Rememoración y Conmemoración”Memoria y Olvido, Paul Ricoeur  

Uno de los términos que mas llamó mi atención al hacer la lectura fue el de Memoria Colectiva.  Así como existe una memoria individual, que alude no solo a los recuerdos sino a la identidad personal y a la conciencia del pasado, Ricour argumentaba la existencia de esta otra memoria, con rasgos similares a la individual pero con influencia directa en la Historia. Me acerqué con los ánimos de ponerlo en contexto, y mientras leía pensaba también en el conflicto armado colombiano y los actuales diálogos de paz.  Y al finalizar vino el pesimismo. A pesar de un planteamiento tan lógico y estructurado,  que en la teoría parecía coherente, me oponía a pensar que en lo practico existiera esa Memoria colectiva a la que se refería el autor. No considero que los colombianos tengamos algo parecido.

Escuchamos casi a diario noticias sobre masacres y atentados. Y las oímos con tanta frecuencia que las olvidamos de inmediato. Los medios presentan las anécdotas de personas asesinadas o secuestradas, o amenazadas o exiliadas…, pero dudo mucho que esos relatos vayan mas allá del recuerdo personal o de la memoria individual de quienes tuvieron que vivirlos.  Porque la causa del Olvido Colectivo Colombiano, es la indiferencia.

Es lógico, en relación a lo anterior, preguntarse y buscar las razones por las que sea posible que en Colombia no exista una memoria colectiva alrededor del conflicto. Pero la magnitud del problema nos lleva a un sinnúmero de posibilidades, porque también son muchos los problemas que aquejan a la sociedad colombiana.  La cuestión de hasta que punto es legitimo hablar sobre memoria colectiva en Colombia solo es posible formularla como pregunta abierta.   Respondería que somos indiferentes porque nos sentimos ajenos al conflicto y nos acostumbramos a eso. La realidad vivida en el campo y los espacios rurales es radicalmente opuesta a la que vivimos en la ciudad. Puede que sintamos culpa por esa indiferencia, y pensemos por algún momento en el drama que han vividos tantos colombianos por culpa de la guerra, pero mañana se nos olvida al oír la radio o ver la televisión.

Ricour finaliza el capitulo de “Rememoración y conmemoración” con una sección sobre la Conciencia Histórica. Un termino interesante si lo pensamos como objetivo nacional en relación a los acuerdos de paz en la Habana. El gobierno se ha dado a la tarea de crear una comisión histórica del conflicto armado y sus victimas, para revisar las causas por las que surgió esta guerra, recopilar los relatos de los afectados y proponer ideas  de reparación a las victimas ante la eventual firma de un acuerdo.  Esperemos que dentro de sus objetivos esté también una terapéutica de la memoria colombiana para los indiferentes, para nosotros.

Paul Ricoer. La lectura del tiempo pasado: Memoria y olvido.  (1999). Ed. Universidad Autónoma de Madrid.