JUAN CAMILO MORALES BENAVIDES
ÉTICA Y CULTURA
DOCUMENTALES COLOMBIANOS A LA LUZ DE GEERTZ
Aunque ambos documentales, tanto Impunity de Lozano y Morris como el de Los Falsos Positivos de Bruno y Carrillo, tratan de temas muy similares con respecto a el conflicto armado colombiano (La ley de Justicia y Paz y los falsos positivos cometidos por el ejército, respectivamente) el hecho de que sean realizadores diferentes, y en primera instancia que sean de diferentes nacionalidades, hace que el tinte del producto final se sienta de una manera diferente para aquellos que los han visto.
Con el primero, Impunity de Lozano y Morris, tenemos claramente una visión propia de este conflicto. Lozano es un colombiano que ha vivido la situación de su país, es un agente activo de esta comunidad y por lo tanto forma parte de este urdimbre que es la cultura colombiana.
De esta manera el producto que realiza se muestra un poco más claro con su objetivo de denuncia frente al presidente Alvaro Uribe y su Ley de Justicia y Paz, como víctima e implicada directa de este proceso. Su manera de proceder es por tanto más directa, y utiliza la coralidad, es decir, la masa de gente, como personaje único para decir lo que tiene que decir; en esta medida muestra el contexto social de una manera más global.
Por el otro lado tenemos el de los falsos positivos de Bruno y Carrillo, quienes no son colombianos, y como extranjeros tienen una visión ajena al contexto intrínseco del país. Ellos toman por lo tanto un papel de etnógrafos que vienen a desentrañar misterios de una cultura diferente y a descubrir, a medida que realizan el documental, los diferentes códigos y signos de los colombianos.
Es por esto que utilizan a unos personajes concretos y con ellos, a partir de sus vivencias y de lo que les cuentan en sus entrevistas, empiezan a desarrollar su historia, a investigar en el camino, y a ir descubriendo todo el meollo del asunto mientras van mostrando sus hallazgos al espectador. En este punto difieren mucho de Impunity, pues en este ya se tenía de antemano muy claro el problema, pues se hacía parte de él.
Sin embargo no se puede decir que en ninguno de los dos se haya hecho etnografía, pues es muy probable que aún cuando en Impunity se tenía más claro, por parte del realizador, la cultura de la que se estaba tratando, todo proceso documental requiere de una investigación exhaustiva, y principalmente un trabajo de campo en el cual se encuentren las personas involucradas que expondrán en cámara el problema, archivos históricos y de contexto, ubicar bien el espacio de los hechos, entre muchas otras cosas, y ahí es donde, según Geertz: “hacer etnografía es establecer relaciones, seleccionar a los informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas de área, llevar un diario, etc!.
Así pues, se puede constatar que al realizar la investigación de un documental, tanto ellos, como cualquier realizador serio, debe ponerse en los zapatos de un antropólogo y hacer etnografía, aún sin saber que la está haciendo, para llevar a cabo su producto, un producto que a la larga resulta ser antropológico.
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