PROHIBIDO OLVIDAR
Prohibido Olvidar es una exposición que reúne las investigaciones y las obras de siete artistas latinoamericanos, aborda temas comunes para los países latinoamericanos tales como el tráfico de estupefacientes, el daño y el abuso de recursos naturales por parte de compañías multinacionales, la desigualdad social, el conflicto armado, entre otros. Sin embargo, hay un tema mucho más general que abarca a todos los ya mencionados, y es la violencia, una conducta que atraviesa transversalmente el pasado y la historia de estos países. La exposición parece plantear al espectador la duda de si realmente Latinoamérica es un territorio atrapado inevitablemente por el conflicto y la violencia.
En primer lugar encontré una “tirlogía” de cuchillos, obra de Catalina Mena, en la que estos forman un triángulo con las palabras destino, vida y búsqueda. Queda claro la divulgación del hecho de que la violencia no es solo aquella que sale en noticias, que cumple con objetivos políticos o económicos, sino también esta que se ejerce dentro de una casa. A la violencia doméstica se le debe poner tanto o más atención, pues es el reflejo de una sociedad enferma que ha crecido en medio de la guerra.
Asimismo, en cierto punto de la exposición, me enfrenté con la obra de Luz María Sánchez que consta de varias armas nueve milímetros que reproducen el sonido de armas que en realidad fueron disparadas en México, sonido que los mismos habitantes de la comunidad, grabaron mientras sucedían los hechos. Traer hasta Colombia el sonido de pistolas disparadas en México en cierto momento y no el sonido de una pistola bajado de internet, me parece un valioso ejercicio pues es acercar a nuestra sociedad colombiana a una sociedad que tal vez está lejos, que tal vez no conocemos mucho de ella porque los medios de comunicación han callado el hecho de que allí también viven en guerra, además de darle voz a las personas que nunca la han tenido y de cierta manera generar una empatía alrededor de la violencia, pero también de la resistencia y de la lucha de un pueblo que sueña con dejar esta historia atrás.
En conclusión, Prohibido Olvidar es una exposición que logra tocar las fibras más intimas de una sociedad como la colombiana y también conectarnos como territorio Latinoamericano, invita al espectador a mantener la historia viva y vigente, en miras de que no se vuelva a repetir, pero además a luchar por el fin de la guerra y darle por fin la bienvenida a la paz.