La Biopolítica en Brazil
Un retrato de ciencia ficción futurísta no muy alejado de la realidad
El término de Biopolítica creado por Michel Foucault, que
relaciona la vida y el poder, plantea que el cuerpo de los individuos se ha
convertido en una herramienta de mando, es decir, un elemento al cual y por
medio del cual se puede ejercer el poder, es decir los cuerpos pueden
equipararse a las armas de guerra.
Es un concepto interesante que hace reflexionar acerca de
cómo los organismos de poder usan los cuerpos para gobernar. En la película Brazil de Terry Gilliam, este concepto
se ve fuertemente plasmado y en varios ámbitos.
Primero vemos como el gobierno ha generado una seria de
individuos casi que sistemáticos, idénticos los unos a los otros en hábitos
desde la forma de trabajar como la manera de vestirse, y tiene todo supremamente
controlado. Así mismo, es chocante como en el sistema, cada persona más allá de
sus características personales y su identidad es tomada como una cifra, lo cual
de cierta manera se plasma de modo satírico en la película en especial cuando
el protagonista es ascendido y pasa de ser llamado por su nombre a ser llamado por
un código. No es algo muy lejano a lo que pasa hoy día, aunque a menor escala
en el mundo entero, cada quien es el número de su documento de identidad, ante
la universidad uno es un código, para viajar uno es el número de su pasaporte,
etc.
Por otro lado, que me parece altamente impactante,
encontramos que en la película se da una sistematización y legitimación de la
tortura corporal como herramienta para el gobierno. Cosa que por más que se
intente negar, ha existido y sigue existiendo a pequeña y grande escala en el
mundo moderno, es una forma de poder, el castigo al cuerpo para cambiar el
comportamiento y la mente, desde muy pequeños inclusive los niños reciben un
golpe al hacer algo mal, entre otras formas de biopolitica a menor escala.
Por último, otra impactante forma de biopolitica mostrada en
la película tiene que ver con el tratamiento que da al su propio cuerpo la
madre del protagonista, quien a lo largo de la película va rejuveneciendo
notablemente de cirugía en cirugía. Que después de todo no es más que una hipérbole
a lo que sucede a diario en el mundo, se ha dictado una especie de canon del
cuerpo tanto femenino como masculino, y entre más flaca, pero con senos más
grandes mejor. Y a pesar de que no se diga directamente, los medios masivos suelen
encargarse de distraer a los consumidores, para que se concentren más en
moldear su cuerpo que en cosas más relevantes como alimentar su cerebro.
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