En la primera parte de su texto, Erich Fromm hace un acercamiento a su postura frente a la disciplina fundada por Sigmund Freud a finales del siglo XIX, el psicoanálisis. La idea principal que él presenta aquí ha influenciado a la gran mayoría de los psicoanalistas desde los años 40. El ideal de ética como regulador de la conducta humana no solo ha llevado a establecer los cimientos de la postura ética en la relación psicólogo-paciente, sino que esta idea ha inspirado múltiples publicaciones sobre el tema y cuestionamientos sobre la ética, como influye en el comportamiento personal y las relaciones de cada individuo.
Entre tales críticas podemos mencionar las múltiples realizadas por los estudiosos de la pulsión y los constituyentes de su satisfacción. Freud explica una suma máxima en la satisfacción pulsional: “Toda represión jugada en el orden de la satisfacción pulsional tiene al retorno”. Entendiendo a la ética y sus constituyentes (la moral, las normas y leyes establecidas y la razón humana) como un regulador de la conducta humana podemos decir que en caso de que un ser humano satisfaga alguna de sus pulsiones violando alguna ley ética, la represión de esta retornara con el tiempo de manera nociva. Para dar un ejemplo: Un hombre que satisface su pulsión eros teniendo relaciones con varias mujeres sin llevar ningún compromiso, entra a un culto religioso motivado por algún factor extra-cultural (Dinero o beneficios económicos) y se introduce a la ética enseñada en tal culto que prohíbe el sexo fuera del matrimonio. Este hombre reprime satisfacer su pulsión por seguir la ética del culto, pero con el tiempo tal represión lo puede llevar a cometer un crimen sexual. Para casos como este, la ética puede entenderse como un regulador de conducta, pero no como un tratamiento que nos lleve a todos a realizar lo debido. El juego de las pulsiones juega distinto para todos, por tal motivo no todos podemos seguir la misma ética.
Fromm luego habla de la ética individual analizando conceptos del psicoanálisis con el anterior mencionado. Cada individuo debe seguir un orden ético correspondiente a su actuar en relación con la sociedad, tal actuar o ética individual sigue a algo que él clasifica como ética del bien universal que sigue los aspectos más básicos de la razón humana, es decir, seguir la ley y no cometer crímenes, a menos que sea por una causa ética.
El individuo está en una constante búsqueda de la construcción. Todos nos buscamos a nosotros mismos, lo importante es seguir los parámetros de la ética universal para construir una ética individual.
Según Fromm, el concepto de ética no conduce hacia el relativismo ético, sino que nos lleva a la convicción de la reflexión hecha desde el individuo. El individuo debe ir a la búsqueda de la convicción de una ética general. La respuesta a esto está en la naturaleza humana, razón de estudio de la disciplina psicoanalítica, y no es ni subjetiva ni relativa, simplemente se ubica en el inconsciente.
Erich Fromm concluye señalando que la ética es una construcción cultural y que el hombre contemporáneo es testigo de un retroceso cultural dado por los cambios sociales y de orden internacional después de la segunda guerra mundial, pero se puede alojar en los estudios de las ciencias para frenar tal proceso.
Un comentario descriptivo de la lectura de Fromm, faltó asumir una posición personal sobre los conceptos que describe
ResponderEliminar